Mes de María 2020
Toda la Iglesia en Chile celebra el Mes de María desde el 8 de noviembre hasta el 8 de diciembre,día de la Inmaculada Concepción.
Esta es una de las celebraciones más antiguas en la Iglesia y le dedicamos un mes a la Virgen porque María es nuestra Madre, la madre de todo el mundo y porque se preocupa por todos nosotros, intercediendo incluso en los asuntos más pequeños.
Según la tradición cristiana a la Santísima Virgen le impusieron ese nombre por especial designio de Dios, significando en Arameo Señora, en Hebreo Hermosa y en Egipcio Amada de Dios.
ORACIONES PARA DEDICAR A MARÍA
Pequeña Consagración
¡Oh Señora mía!
¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco todo/a a ti
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo/a tuyo/a
Oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como pertenencia y posesión tuya.
Amén
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía!
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía!
Amén
Madre mía
Madre mía:
Desde que amanece el día, bendíceme;
en lo rudo del trabajo, ayúdame;
si vacilo en mis buenas decisiones, fortaléceme;
en las tentaciones y peligros, defiéndeme;
si desfallezco, sálvame
y al cielo llévame.
AménMadre
Querida Madre.
Acompáñame todos los días.
Ayúdame a portarme bien
y ser un/a buen/a hijo/a,
servicial y atento/a
para lo que necesiten mis papás.
Quiero ser un/a buen/a hermano/a,
que no discuta ni me pelee tan fácil
por cosas que no son importantes.
Dame una manito en las cosas de la escuela
y ayúdame a tener siempre
una sonrisa para todos los que me rodean.
Ayúdame a vivir haciendo el bien,
como le enseñaste a tu hijo Jesús.
Ayúdame a ser como Él.
Acompáñame todos los días.
Ayúdame a portarme bien
y ser un/a buen/a hijo/a,
servicial y atento/a
para lo que necesiten mis papás.
Quiero ser un/a buen/a hermano/a,
que no discuta ni me pelee tan fácil
por cosas que no son importantes.
Dame una manito en las cosas de la escuela
y ayúdame a tener siempre
una sonrisa para todos los que me rodean.
Ayúdame a vivir haciendo el bien,
como le enseñaste a tu hijo Jesús.
Ayúdame a ser como Él.
Amén
A María, nuestra madre
A María, nuestra madre
Querida Virgen María.
Gracias por ser nuestra mamá en la fe,
por estar cerca nuestro y cuidarnos mucho
como hiciste con Jesús.
Quiero conocer mejor a tu hijo y a quererlo más cada día.
Quiero vivir como Jesús.
Ser buen/a hijo/a, buen/a hermano/a y buen/a amigo/a.
Contágiame tu esperanza.
Que aprenda, como tú, a vivir en las manos de Dios.
Ayúdame a hacer crecer mi fe.
Madre Buena, enséñame a seguir
los pasos de Jesús.
Gracias por ser nuestra mamá en la fe,
por estar cerca nuestro y cuidarnos mucho
como hiciste con Jesús.
Quiero conocer mejor a tu hijo y a quererlo más cada día.
Quiero vivir como Jesús.
Ser buen/a hijo/a, buen/a hermano/a y buen/a amigo/a.
Contágiame tu esperanza.
Que aprenda, como tú, a vivir en las manos de Dios.
Ayúdame a hacer crecer mi fe.
Madre Buena, enséñame a seguir
los pasos de Jesús.
Amén
Oración del Mes de María
¡Oh María!, durante el bello mes a Ti
consagrado,
todo resuena con tu nombre y alabanza.
Tu santuario resplandece con nuevo brillo,
y nuestras manos te han elevado un trono de
gracia y de amor,
desde donde presides nuestras fiestas y
escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores
a tus pies,
y adornado tu frente con guirnaldas y coronas.
Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con
estos homenajes,
hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan
y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque
el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella
corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la
inocencia de nuestros corazones.
Nos esforzaremos, pues, durante el curso de
este mes consagrado a tu gloria,
¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas
puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas
aun la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos,
es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos.
Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como
hijos de una misma familia,
cuya Madre eres, viviendo todos
en la dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito, procuraremos cultivar en
nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con
tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y
esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de
nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y
den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más
Santa y la mejor de las Madres.
Amén
Textos Bíblicos parar flexionar
"Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» .De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: .«Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.»"
"Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, nombre que había indicado el ángel antes de que su madre quedara embarazada. Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir el rito de la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, tal como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.También ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley del Señor: una pareja de tórtolas o dos pichones. Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento. Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz como le has dicho.Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel. Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este niño traerá a la gente de Israel ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.» "
"Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos. Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. Al tercer día lo hallaron en el Templo,sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.» El les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?» Pero ellos no comprendieron esta respuesta. Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón. Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres."
"Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.» Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: «Llenen de agua esos recipientes.» Y los llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo.» Y ellos se lo llevaron. Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.» Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él."
- LA ANUNCIACIÓN
"Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a visitar a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús, será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.» Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel."
- EL ÁNGEL SE COMUNICA CON JOSÉ
"Mientras lo estaba pensando, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del Espíritu Santo, tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros. Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a su esposa. Y sin que hubieran tenido relaciones, dio a luz un hijo, al que puso por nombre Jesús."
- MARÍA VISITA A SU PRIMA ISABEL
"Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»"
- MARÍA DIO A LUZ A SU HIJO PRIMOGÉNITO
"Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» .De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: .«Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.»"
- MARÍA LLEVA A JESÚS AL TEMPLO
"Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, nombre que había indicado el ángel antes de que su madre quedara embarazada. Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir el rito de la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, tal como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.También ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley del Señor: una pareja de tórtolas o dos pichones. Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento. Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz como le has dicho.Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel. Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este niño traerá a la gente de Israel ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.» "
- POR PRIMERA VEZ JESÚS DA A CONOCER A SUS PADRES QUE SABE QUIEN ES
"Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos. Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. Al tercer día lo hallaron en el Templo,sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.» El les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?» Pero ellos no comprendieron esta respuesta. Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón. Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres."
- JESÚS HACE SU PRIMER MILAGRO PORQUE SU MADRE SE LO PIDIÓ
- JESÚS NOS ENTREGA A MARÍA COMO MADRE NUESTRA
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 19 , 25 - 27
"Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa."
VIDEOS / CANCIONES
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